Alejandro Barragán
En este nuevo episodio de ¿Qué sigue?, conversamos con Angie Rincón, egresada de la Maestría en Gestión Estratégica de Proyectos de Arquitectura (MAM) de la Universidad de los Andes. Como arquitecta con más de 8 años de experiencia liderando proyectos en Colombia, México y Argentina, Angie ha gestionado más de 5.000 inmuebles, coordinando equipos multidisciplinarios y desarrollando iniciativas de gran escala desde la conceptualización hasta la entrega final.
Hablamos sobre su trayectoria profesional, su paso por la maestría y cómo esta formación le brindó herramientas clave para consolidarse como líder en su campo. En 2024, fundó NUDEKA, una marca especializada en diseño interior con enfoque en neuroarquitectura, bienestar espacial y uso de materiales naturales. Angie nos comparte cómo ha integrado diseño, estrategia comercial, operaciones y finanzas para construir un emprendimiento con visión de escalabilidad.
Entrevista
Alejandro Barragán: Hola a todos nuevamente. ¿Cómo están? Bienvenidos a un capítulo más de nuestra serie de podcasts, los podcasts ArqDis. El día de hoy con una egresada de la Maestría en Gestión Estratégica de Proyectos de Arquitectura, Angie Rincón. Hola, Angie.
Angie Rincón: Hola.
A.B: ¿Cómo estás?
A.R: Bien, gracias.
A.B: Bienvenida. Vamos a estar hablando un poco con respecto a su trayectoria profesional, a su paso por la maestría, qué ha sido después de la maestría y cómo ella vivió estos dos años en los que estuvo estudiando la maestría en nuestra facultad. Recuerden que este podcast lo podrán encontrar en Spotify, en YouTube y allí también podrán encontrar nuestras otras series de podcast: Se hacen ArqDis, y “¿Qué sigue?”. Pues con la primicia de este y la primera vez que tenemos a una egresada del programa MAM o Maestría en Gestión Estratégica de Proyectos de Arquitectura. Para empezar nuestra charla del día de hoy. Angie, a mí me gustaría que nos contaras a todos…
A.R: Sí.
A.B: …pues ¿quién es Angie Rincón? ¿Qué estudiaste de pregrado, cuál fue tu primera experiencia laboral, cómo arrancaste por ahí? Luego, ¿qué empezaste a ver en el mundo laboral y por qué llegaste a pensar en un posgrado?
A.R: Okay, listo. Bueno. Yo soy Angie Rincón, soy de Tibaná, que es un pueblo muy cercano a Tunja. Queda más o menos como a media hora de Tunja. Me fui a Tunja a estudiar mi pregrado, que fue en arquitectura en la Universidad Santo Tomás, y después de eso me fui a Buenos Aires a hacer una especialización en Gerenciamiento y Dirección de Proyectos y Obras.
A.B: Uy, despegaste rapidísimo.
A.R: Despegué rápido, sí.
A.B: O sea, ¿te graduaste y ahí mismo…?
A.R: Sí, y me fui a hacer la especialización porque quería abrir mi panorama, conocer otras cosas y siempre me ha gustado dirigir. Entonces creo que eso ha estado como innato en mí, y dije: bueno, esta puede ser la especialización que me gusta, vamos a ver cómo nos va. Fui, hice la especialización. Allá trabajé con el gobierno de la ciudad inspeccionando obras públicas, a medida que estaba haciendo la especialización…
A.B: O sea, ¿tu primera experiencia laboral fue allá en Argentina?
A.R: Sí, fue allá en Argentina, inspeccionando obras públicas y realmente creo que el mercado colombiano allá es muy bien acogido. No sé, creo que tenemos buena fama los colombianos en otros países…
A.B: De buenos trabajadores.
A.R: De buenos trabajadores…
A.B: De esos que sí madrugan y sí salen tarde.
A.R: Exacto. Entonces, pues fue muy gratificante realmente, fue un trabajo donde aprendí bastante, fue mi primera experiencia laboral. Entonces como que me pude formar bien. Ya después de eso terminé la especialización, pero siempre tuve claro que no me quería quedar, sino que quería volver a Colombia, quería trabajar en Colombia y ahí ya volví a Colombia. Acá estaba trabajando también desde lejos con una constructora Bonilla y Arquitectos, y ahí diseñaba muchos colegios, espacio público…
A.B: O sea, mientras estabas en Argentina también trabajabas con ellos a distancia. Y llegaste…
A.R: …a seguir trabajando con ellos, pero pues como ahí nos cogió un poco la pandemia, fue un poco difícil. Continué trabajando con ellos unos meses, pero digamos que ya, por temas de pandemia, les tocó finalizar la compañía porque ellos trabajaban mucho con obras públicas y todo el sector público sí se frenó un poco.
A.B: Y bueno, como que en todo ese proceso te fuiste, volviste, especialización, una firma, ya empezaste a trabajar con proyectos grandecitos, además con el sector público allá en Argentina y bueno, vuelves acá… ¿En qué punto, como de todo ese camino, tú dices: necesito buscar una maestría, tengo que seguir subiendo? O sea, ya hice la especialización, ahora toca eso que tú me acabas de decir: toca seguir cultivando esto de dirigir procesos, proyectos, equipos.
A.R: Pues un poco en la parte que quería seguir profesionalmente, pero también empezó a salir mi parte emprendedora, que ya ahorita te contaré un poco sobre eso…
A.B: No, no, no te apures, ya llegaremos.
A.R: Empezó a salir mi parte emprendedora y a pensar en que quería estar en un nivel más alto, quería crecer profesionalmente muchísimo más y ahí empecé a buscar maestrías. Fue muy chistoso porque cuando yo estaba buscando maestrías no me gustaba ninguna, no encontraba ninguna que hiciera clic conmigo…
A.B: ¿Por qué?
A.R: Porque
Yo estaba buscando algo más como de diseño, de estructuración, de innovación, de estrategia y creo que cuando encontré esta hicimos match muy bien.
Y porque adicionalmente cuando yo entré ya se había cerrado la convocatoria…
A.B: Ahh, entraste extra.
A.R: Entonces eso fue súper particular porque ya se había cerrado la convocatoria, pero tuve la entrevista, etcétera. Me dijeron: mira, ya se cerró la convocatoria, te puedes presentar para el próximo año y yo: no, pues que el próximo año ya estaba muy lejos, etcétera. Entonces me dieron la oportunidad de ver las materias del primer semestre y que en el segundo me volviera a postular y si me iba bien o conseguía buenos resultados, se homologaban las materias del primer semestre para que yo continuara el segundo, como si no hubiera…
A.B: Y tú la más juiciosa todas las materias en cinco…
A.R: …todas las materias, entonces aprobado y pude continuar con la maestría en segundo semestre normal, como si hubiera entrado desde el inicio con mis compañeros.
A.B: Me surgió una curiosidad con esta historia que nos acabas de contar y es específicamente: ¿por qué no te gustaban los otros programas? Es decir, ¿eran muy parecidos? ¿O de pronto eran muy clásicos? ¿Por qué seguiste y seguiste buscando hasta que llegaste aquí?
A.R: Creo que muy clásicos, porque también estaba buscando hacia la parte de la arquitectura y lo que encontraba en las demás universidades era más como urbanismo, algo demasiado específico en un área de la arquitectura, pero no algo más global que me permitiera empezar a innovar, a crecer, a pensar mucho más estratégicamente, que al final es un poco lo que a mí me gusta y eso me hizo tomar la decisión de decir: no, esta es la maestría que yo quiero y las otras realmente no, ninguna va conmigo.
A.B: En ese punto, ¿cuánto llevabas de experiencia de vida profesional?
A.R: Ahí ya tenía más o menos unos tres, cuatro años que ya me permitían tomar una decisión de decir por dónde me quiero enfocar, hacia dónde me quiero ir. Y creo que también la especialización que hice en Buenos Aires me ayudó mucho a definir hacia qué punto sí me quería ir y hacia qué punto no.
A.B: Hablemos un poquito de eso. En esos primeros años de tu vida profesional, cómo esa experiencia laboral, qué cualidades tuyas o qué capacidad tú dijiste: voy a empezar a pulir esto, voy a empezar a pulir esto…
A.R: Creo que la parte del liderazgo me gustaba bastante porque en mis anteriores trabajos siempre destacaba y si había algo, un proyecto que manejar o algo así, pues yo iniciaba con mis compañeros, pero por cosas del destino siempre sobresalía y entonces era la que terminaba dirigiendo todo. Entonces ahí me empecé a dar cuenta de que realmente esa parte me gustaba y que me apasionaba, y la parte del emprendimiento también…
A.B: No y además que se te da.
A.R: ¿Se me da?
A.B: Sí.
A.R: Y la parte del emprendimiento también, entonces creo que eso fue un factor fundamental.
A.B: Bueno, llegaste a MAM, empezaste con esta bella historia que empezaste sin haber empezado oficialmente y bueno, todo 5.0, te recibieron al siguiente semestre y en la medida que tú ibas cursando el programa de la maestría, cómo esas herramientas que te estaba dando esta maestría que tú misma has dicho, te daba cosas distintas a las maestrías clásicas: ¿Te empezaron a aportar en tu vida profesional? O sea, empezaron a notarse en tu trabajo. ¿Qué herramientas te dieron que tú dijiste como wow, esto puedo empezar a aplicarlo inmediatamente?
A.R: Ok, listo. Pues creo que fue clave la maestría, porque en ese momento acababa de entrar a trabajar en una startup que se llama Habi y ahí empecé un trabajo como coordinadora de remodelaciones, pero una startup crece de una manera demasiado exponencial.
A.B: Desmesurada.
A.R: Entonces el ritmo era completamente diferente y todos los días había algo nuevo que estructurar, había procesos que crear…
Entonces creo que la maestría me iba aportando muchas herramientas, sobre todo en temas de liderazgo y gestión estratégica, de cómo tomar decisiones basadas en datos y no simplemente una decisión porque sí.
Creo que todos los elementos que empecé a ver en la maestría me empezaron a aportar un montón en mi vida profesional y, de hecho, al poco tiempo que terminé la maestría, me fui para México a estructurar el área de remodelaciones en México como directora de remodelaciones.
A.B: O sea, de punta a punta de América Latina, Argentina, México. Espectacular.
A.R: Sí. Y ahí empecé a estructurar todos los procesos del área, diseñarlos porque hasta ahora la empresa estaba empezando a aperturar el mercado allá y fue una experiencia grandiosa. Además, todo lo que aprendí, creo que la maestría también me dio las bases y las herramientas necesarias para lanzarme a esa decisión, porque claro, fue un cambio bastante grande, sobre todo en mi vida profesional, porque pasé de coordinar proyectos a prácticamente dirigir toda la operación de ese país. Entonces…
A.B: Un cambio grandísimo.
A.R: Sí, un cambio grandísimo pero demasiado gratificante.
A.B:¿No te dio susto?
A.R: Sí, claro, un montón.
A.B: Pero un cambio grandísimo, tremendísimo. Bueno, es una pregunta un poco extraña esta, pero me parece muy chévere hacerla y es: Imagínate por un momento la Angie que llegó a ver esas materias sin estar matriculada, antes de la maestría y la Angie que salió y se fue a México. ¿Cuáles son, pues a nivel profesional y personal, por supuesto, cuáles son las diferencias más marcadas que tú encuentras después de esa experiencia de la Maestría en Gestión Estratégica de Proyectos de Arquitectura?
A.R: Yo creo que la más importante es la confianza.
La confianza en atreverse a tomar retos grandes y a saber que uno los puede asumir bien y lo va a hacer bien si tiene las herramientas necesarias, claramente si se estudia, si se enfoca. Creo que eso es bastante bueno.
También el tema de liderazgo, de negociación, de la parte financiera, porque digamos que uno como arquitecto no se mete mucho en la parte financiera y la maestría sí te da esas herramientas de ver cómo desde el inicio tienes que tener esas herramientas financieras para poder llevar a saber si una empresa es rentable, cómo se maneja el tema de costos. Entonces creo que, pues generalmente en todo, me ayudó un montón para poder dirigir el área de una manera correcta.
A.B: O sea, básicamente la maestría te dio herramientas casi que infinitas para ascender en tu carrera.
A.R: Sí.
AB: Es un programa que ayuda a un estudiante a que pueda ascender en su carrera por la interdisciplinariedad, por la figura que se maneja en el programa. ¿Qué te acuerdas, por ejemplo, que tú dijiste: Uy, yo jamás me imaginé en una maestría de arquitectura ver eso?
A.R: No, el tema de finanzas. El tema de finanzas en la maestría era espectacular también, y pues que constantemente te retaban a hacer nuevas cosas, a innovar, a crear diferentes proyectos. Que no era simplemente enfocado en arquitectura, sino era enfocado en general, en lo que tú crees que es bueno y qué proyecto vas a llevar adelante y cómo haces que ese proyecto realmente tenga una propuesta de valor y lo llevas a otro nivel. Es crear algo también que ayude a las personas, pero teniendo todos esos conceptos claros y, pues, claramente esas herramientas que ayudan a que uno cree un modelo de negocio muchísimo más factible.
A.B: Y como que lo consolida, ¿no? Se vuelve un profesional súper integral.
A.R: Exactamente.
A.B: Cheverísimo. Pues sin duda, o me imagino que en esa experiencia durante la maestría, por supuesto tus profesores y los trabajos te entregaron experiencia y herramientas que ayudaron a consolidar tu perfil profesional, pero yo creo que también tus compañeros lo hicieron, ¿cierto?
A.R: Claro.
A.B: Entonces esta pregunta va muy enfocada a qué es eso que más valoras de esta experiencia tanto de tus profes y el programa como de los compañeros que conociste. Porque supongo que no eran solo arquitectos.
A.R: Sí, no, de hecho, pues había ingenieros industriales, civiles, como que las personas que lo integraban sí eran multidisciplinares. Creo que el compañerismo, la colaboración y aprender constantemente de cada persona, porque cada persona es buena en diferente ámbito y uno debe tomar esas cosas buenas de las personas para poder mejorar. Entonces creo que eso, de hecho, pues todavía me hablo con algunos compañeros, salimos. Y creo que crear esas redes son súper importantes y mantenerlas mucho más, porque en el futuro te ayudan. De hecho, hay un compañero con el que a veces trabajamos juntos, él tiene una empresa. Entonces como que ya nos colaboramos también en la parte profesional, que es bastante importante.
A.B: Se crearon esas redes súper sólidas y se ayudan un montón.
A.R: Exactamente.
A.B: No, buenísimo, espectacular. Bueno, Angie, resulta que tú nos contaste ahorita que te fuiste a México después de la maestría, ahora como directora, mejor dicho, pusiste eso a marchar al derecho y llegó un momento en la vida que Angie dijo: bueno, no más, ya muy chévere aprender, trabajar para X firma, para Y firma, pero ya no quiero ser más empleada y decides dar el paso y se crea algo que se llama Nudeka.
A.R: Sí.
A.B: Entonces son dos preguntas: ¿Por qué dar el paso? O sea, ¿cuál fue realmente ese clic final? Porque ya nos dijiste que siempre te gustó el emprendimiento, pero ¿cuál fue el clic final? ¿Y qué es Nudeka?
A.R: ¿Qué me hizo tomar esa decisión? Creo que hace bastante tiempo lo venía pensando y no me había atrevido a dar el paso. Pero apareció mi socia, que creo que es pieza fundamental, porque encontrar…
A.B: Un momento, un momento, ¿cómo apareció?
A.R: Con ella yo me fui a vivir a Buenos Aires. Trabajamos juntas mucho tiempo. También fuimos muy buenas amigas. Y en ese trayecto empezamos a hablar y a decir: ven, yo quiero hacer algo diferente, quiero montar mi propia empresa. Entonces creo que encontrar también ese match a veces no es tan fácil y que las personas se complementen.
A.B: Sí, por supuesto.
A.R: Entonces, pues ahí nada, empezamos a hablar y dijimos: Sí, vámonos de emprendedoras, pero estuvimos piloteando esa idea mucho tiempo atrás, revisando ideas, etcétera, hasta que llegamos a Nudeka y dijimos: Sí, vamos a dar el paso y nos vamos de emprendedoras.
A.B: Entonces, si te entiendo bien, realmente, mientras tú hiciste la maestría y estabas trabajando como empleada de X o Y firma, por otro lado, ¿todo esto se estaba aplicando a la idea de emprender con tu socia?
A.R: Sí…
A.B: O sea, ¿como que era paralelo?
A.R: Pues no paralelo, pero sí estaba rondando en mi cabeza como: quiero hacer algo diferente, quiero montar mi propia empresa en un futuro… todavía nada consolidado, solo ideas. Y ya cuando aparece ella, se empezó a estructurar mucho más la cosa y dije: no, pues sí, vamos a dar el paso. Entonces ahí ya me lancé de cabeza con ella a ser emprendedora, que es bastante diferente, ser trabajador a ser emprendedor, es un cambio abismal, pero bueno…
A.B: Ciento ochenta grados, es otra cosa. Ya solo uno contra el mundo.
A.R: Exactamente. Pero la verdad, feliz. Nudeka es una empresa de decoración interior que busca cambiar la parte emocional de las personas con los espacios y no simplemente vender productos, sino que también se le aporte algo a las personas.
Porque yo sí creo firmemente en el concepto de la neuroarquitectura, donde un espacio realmente influye en el estado de ánimo y en las emociones de una persona.
No es lo mismo entrar a una casa desordenada que a un lugar donde tú te sientes tranquilo, feliz, donde la decoración y los colores influyen en tu vida.
A.B: Ahh, caray, espero entonces que este te haya gustado, porque imagínate si no estaríamos hablando diferente. Y entonces, bueno, ¿qué haces tú en Nudeka?
A.R: Entonces, en Nudeka hago de todo por el momento. Hago de todo, pero me encargo un poco más de la parte estratégica, de la parte financiera y ahorita estoy aprendiendo mucho el marketing, mucho.
A.B: Ah, caray. ¡Siguen los aprendizajes! Que buena cosa, espectacular.
A.R: Sí, se sigue aprendiendo todos los días. Sí, es cierto.
A.B: ¿Cuánto lleva Nudeka?
A.R: Nudeka lleva aproximadamente dos años desde su idea de concepción. Actualmente manejamos tres líneas: una es piezas en cerámica, otra es en espejos, en diferentes técnicas de macramé, madera y otra de tapices. Y ahorita estamos trabajando en unas nuevas líneas que esperamos sacar el próximo año.
A.B: Y ya son un equipo grandecito, supongo. O sea, ¿o son solo las dos? No creo.
A.R: Las dos. Y ya tenemos personas que nos colaboran. Estamos haciendo esa red aún no tan consolidada. Pero sí, ya tenemos una red de personas que nos ayudan con todo el tema de la logística, sobre todo de la producción, que es lo más difícil de manejar.
A.B: Buenísimo, espectacular. Pues ya nos has contado mucho de qué herramientas y qué habilidades adquiriste en la maestría, pero ahorita hablando puntualmente de tu emprendimiento, de Nudeka, ¿cómo crees que MAM aportó a la realización de esta idea, de este emprendimiento, de este sueño? ¿Qué fue lo que más te dejó la maestría para esto?
A.R:
Yo creo que poder conceptualizarlo y crear ese modelo de negocio. Desde la propuesta de valor hasta toda la creación y la concepción de la marca, desde la idea, desde el logo, desde la propuesta de cómo se va a estructurar la empresa desde el inicio. O sea, creo que todo lo de la maestría lo estoy aplicando en mi emprendimiento.
A.B: O sea, tú ves de aquí para atrás y dices: antes de esa maestría no habría levantado esto de esta forma…
A.R: Sí, no.
A.B: …imposible.
A.R: No tenía las herramientas para hacerlo. Sí son necesarias.
A.B: Genial. ¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes de esa maestría?
A.R: El mejor recuerdo que tengo de la maestría. Creo que cada vez que nos retaban y nos traían tal vez invitados y nos retaban a nosotros también a exponer las ideas y a decir: ok, esto es mi negocio y se lo estoy vendiendo y cómo ve la idea y le parece buena o…
A.B: Inviértale…
A.R: Inviértale y busque y no importa que le digan está mal, pero al menos dé la propuesta.
A.B: No, pues debe ser muy chévere, debe ser muy chévere, uno dos años pensar en función de todas estas cosas y tener que venderlas y enfrentarse a que inviertan en mi idea y eso, espectacular. ¿Dónde encontramos Nudeka?
A.R: Nudeka la encuentras en Instagram como Nudeka raya al piso Design (“nudeka_design”). Todavía estamos en la creación de la página web, que ya está pronto por salir. Entonces, por el momento, como en redes sociales.
A.B: Buenísimo. Ya para ir cerrando, Angie. ¿Recomendarías tú la Maestría en Gestión Estratégica de Proyectos de Arquitectura a otros arquitectos, diseñadores profesionales en general? Y si la recomendarías, ¿por qué la recomendarías?
A.R: Sí, claro, sí la recomendaría. Y lo que tú dices, sobre todo no solo arquitectos o un profesional específico, sino creo que es una maestría que le aporta en general a las personas. Si quieren saber mucho más de gestión estratégica, de innovación, porque creo que simplemente no es como un programa académico, sino es realmente una experiencia que puede cambiar tu forma de pensar y creo que te da las herramientas necesarias para hacerlo. Entonces, sí, recomendadísima.
A.B: Buenísimo. Ya entonces para despedirnos, Angie, te voy a pedir un favor: Recomiéndanos un libro que te guste, que te acuerdes, el último que leíste o el que más te ha marcado en tu vida.
A.R: Padre rico, Padre pobre.
A.B: Padre rico, Padre pobre. Muy buen libro. Una película.
A.R: Uy, ¿una película?
A.B: De lo que sea…
A.R: ¿De lo que sea?
A.B: Que tú dices: es que me dicen una película y para mí esto es espectacular.
A.R: El precio del mañana me parece buena.
A.B: No la he visto.
A.R: ¿No la has visto? Recomendada.
A.B: La veré. Hay que ver. Por supuesto. Chévere. Algo más que les quieras contar a todas las personas que nos van a ver, escuchar, rever.
A.R: No, pues, recomendadísima la maestría para todos los que la quieran hacer. Realmente creo que si están buscando cómo crecer en la parte profesional y no solo profesional, sino en la parte del emprendimiento, esa es la maestría.
A.B: Buenísimo. Angie, muchísimas gracias por tu tiempo. Ha sido muy chévere poder hablar contigo y conocer tu historia. Me fascina, me fascina toda la trayectoria que nos contaste. Me fascina que hayas llegado a nuestra facultad y que seas feliz habiendo hecho esta maestría tan chévere, tan interesante y que ofrece tantas cosas para el crecimiento profesional como tú lo dices. A ustedes, a todos, muchísimas gracias por vernos, por escucharnos, por estar con nosotros. Recuerden que pueden encontrarnos en YouTube, en Spotify. ArqDis Podcast, pueden encontrar nuestros diferentes podcasts: Se Hace en ArqDis, ¿Qué sigue?. Este va a ser el último episodio por primera vez con una egresada de nuestro programa de Maestría en Gestión Estratégica de Proyectos de Arquitectura. Esperamos verlos pronto. Muchísimas gracias a todos. Angie, un gusto.
A.R: Un gusto.
A.B: Que estés muy bien.
A.R: Bueno, muchas gracias.
A.B: Hasta pronto.