Grupo 4
En el año 2090, Bogotá se ha transformado en una metrópolis dominada por el frenesí del transporte, el tiempo acelerado y una estética “dieselpunk”. Esta Bogotá futurista es un caos donde los trancones consumen horas de vida y el agobio se apodera de las mentes de los ciudadanos. Desde la fallida inauguración del metro en 2050, que llevó a una rebelión y al colapso del sistema de transporte público, las calles se llenaron de vehículos improvisados, adaptados con tecnologías de vanguardia para sobrevivir en el tráfico incesante. El tiempo ha emergido como la moneda más valiosa, con rumores de una mafia clandestina que roba este preciado recurso, vendiéndolo a los privilegiados. Así, el caos urbano y la lucha por el tiempo definen la vida en esta Bogotá distópica.