Andrés Martínez Dávila

Arquitecto y Urbanista interesado en la re naturalización de ciudades y la incorporación del ciclo de agua en edificios y sistemas urbanos.

Durante los últimos 10 años he dedicado mi actividad profesional a diseñar e implementar sistemas descentralizados de agua mediante soluciones de infraestructura verde y diseños basados en la naturaleza.

Diseñar con el agua y la naturaleza es el único camino posible para mitigar el cambio climático. Los arquitectos y urbanistas tenemos la obligación de emular el ciclo natural en edificios y ciudades para lograr su adaptación al cambio climático.

Hoy, ante la realidad de un cambio climático a escala global, las generaciones presentes y futuras enfrentan su mayor reto frente a su aproximación al agua. Nunca antes la humanidad ha sido testigo del efecto adverso que ha impuesto su huella sobre el planeta, condición que obliga a cuestionar el modelo actual y premisas bajo la actual desarrollamos nuestras ciudades. Ante el tamaño del desafío que enfrentamos, el nivel y arrojo de nuestra respuesta permitirá vislumbrar si podremos vivir en equilibrio con la naturaleza.

El desarrollo sistemas de conducción subterráneos a gran escala marca la ruptura con nuestra aproximación y relación con el agua. Marcan el inicio de los sistemas denominados hoy como “sistemas lineales” e “infraestructura gris”. Al estar oculta, debajo de tierra, se rompe el vínculo del ser con el ciclo del agua. Perdimos el proceso de aprendizaje para conseguir, conducir y conservar el agua; perdimos el concepto de su mutabilidad, su presencia permanente en diferentes estados: atmosfera, lluvia, escorrentía, superficial, subterránea, congelada. El siglo 19 marca la ruptura del agua como un recurso precioso para convertirse en una expectativa de servicio: “sale del grifo”, “descarga inmediata”, “riesgo por inundación”.

El desafío actual y futuro para la mayoría de los arquitectos y urbanistas, es comprender cómo liderar la discusión sobre como diseñar con el agua. Estamos obligados a lograr la integración de la planificación urbana con la gestión, protección y conservación del ciclo integral del agua urbana para producir entornos urbanos y edificaciones que sean “sensibles” a la sostenibilidad del agua, la resiliencia y los co-beneficios de habitabilidad acorde con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible).

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