Este estudio de caso tiene como objetivo, estudiar y entender laos urbanismos Bottom Up y sus metodologías. A finales de los años sesenta del siglo xx surgió el concepto de urbanismos bottom-up, que reúne una serie de prácticas ciudadanas que buscan suplir necesidades cotidianas y mitigar algunos problemas que no tienen solución pronta por parte de la administración. Son prácticas a escala local, que aparecen como complemento a la planeación establecida (de arriba hacia abajo) y que se hacen para y con los ciudadanos y usuarios de los sectores a intervenir. Al proponerse y realizarse como intervenciones rápidas, económicas y con resultados reales, tienen la capacidad de unir a las comunidades y hacerlas conscientes de las espacialidades en las que viven y de sus responsabilidades sobre estas.
Carlos García Vázquez los define como una serie de movimientos y teorías que “coincidían en definirse como locales (por su interés en lo comunitario), creativos (por su tendencia a la innovación y la experimentación), efímeros (por su incidencia en lo temporal), low cost (por su compromiso con lo social), informales (por su carácter espontáneo y no reglado) y regeneradores (por especializarse en la renovación de áreas en decadencia)”.
Los urbanismos bottom-up se agruparon a lo largo del tiempo bajo diferentes nombres, entre los que se destacan el urbanismo colaborativo, el urbanismo cotidiano, el urbanismo Do it Yourself, la guerrilla urbana, el urbanismo temporal, el placemaking y el urbanismo táctico, entre otros.
El curso estudiará los distintos urbanismos bottom up, su papel en la construcción de la ciudad contemporánea y su importancia en la consolidación del tejido social. Como trabajo práctico, los estudiantes desarrollarán una acción urbana enmarcada en estos urbanismos.