Las historias de la arquitectura se nos han contado casi siempre desde la presencia de los edificios, de su imagen en la ciudad y desde la grandilocuencia de los hitos urbanos. Cuando hablamos de modernidad, este relato tiende a reducirse aún más para describirla como un proyecto unánime, universal, prístino, vinculado a nuevas materialidades y estéticas racionales. Las modernidades latinoamericanas se desarrollaron (no “llegaron”) de maneras disímiles, apelando a lo híbrido, a lo mestizo y a lo popular para desarrollar identidades propias. Paradójicamente, fue en el espacio de lo íntimo donde esas modernidades alcanzaron exploraciones más fértiles, involucrando otros oficios y saberes fuera de los meramente arquitectónicos para consolidarse como una aproximación válida a las demandas de una nueva sociedad y unos nuevos tiempos.
Este curso explorará obras de carácter doméstico dentro de lugares menos visibles del canon latinoamericano de, a partir de sus interacciones con otras disciplinas artísticas: el diseño, el arte y la artesanía. Así, propone el abordaje de lo doméstico como un problema multiescalar que, si bien se piensa desde la cuchara hasta la ciudad, encuentra espacio para configurarse entre el tapete de la sala y el jardín de nuestra casa. Con ello pretende aportar al enriquecimiento del acervo histórico de nuestrxs estudiantes y brindar herramientas para cuestionarnos sobre la naturaleza y práctica de los espacios de nuestra cotidianidad (Foto: casa Bermúdez, Guillermo Bermúdez, 1952-1960. Carlos Niño Murcia).