Este laboratorio explora la noción de lo ordinario en arquitectura y propone, a través del estudio de arquitecturas y actividades usualmente al margen del discurso arquitectónico, el desarrollo de posiciones teóricas y aproximaciones proyectuales que resulten en arquitecturas pertinentes para el paisaje físico, cultural y social de un lugar determinado. A lo largo de 16 semanas, el estudiante tendrá la oportunidad de explorar un tema de su interés en el sector de la ciudad propuesto por los profesores, a través de los ojos de sus habitantes.
A partir de mapeos, entrevistas y cartografías los intereses del estudiante se transformarán en una propuesta programática no convencional, que será desarrollada paralelamente a la construcción del discurso que la sustenta. Algunos de los proyectos planteados en los dos últimos semestres por los estudiantes (y ubicados en el barrio Las Cruces) son: un centro para la integración de población local y migrante a través de la comida, un edificio “faro” con servicios de apoyo a las actividades nocturnas del barrio, un complejo para la integración de trabajadoras sexuales a actividades productivas relacionadas con la belleza, una red de centros de producción que potencia y visibiliza los oficios tradicionales del barrio, y un edificio de vivienda que prioriza la reconstrucción del tejido social a nivel de familia, cuadra y barrio.