#CreateAthome
Catalina Villabona Triana
Hace 60 días cuando inició el periodo de cuarentena, se crearon en diferentes geografías del país lo que las profesoras Gionvanna Danies y Carolina Obregón llamaron “labs clandestinos”. Se trata de laboratorios caseros dotados con los implementos básicos necesarios para el desarrollo de tintes sostenibles para textiles. Estos espacios para crear desde el biodiseño, fueron posibles gracias a una alianza entre el Departamento de Diseño, Converse y Propelland.
Para poner en marcha el laboratorio, los diez estudiantes del curso de Biodiseño recibieron en su casa unos Converse blancos, un termómetro, recipientes de vidrio con tapa y una cámara GoPro para registrar los cambios en las telas de los zapatos. Los insumos utilizados para la creación de las tintas fueron materiales orgánicos disponibles en casa de los alumnos y para su desarrollo contaron con la asesoría de diseñadores bio-creativos. Esta iniciativa se suma a las campañas que Converse está impulsando a nivel global con el objeto de minimizar el impacto ambiental consecuencia de la producción de sus productos
A propósito de esta experiencia entrevistamos a las profesoras Giovanna Danies y Carolina Obregon, al igual que a cuatro estudiantes del curso; Manuela de Pombo, Luis Roa, Diego Arango y Karen Blanco. Esto fue lo que nos contaron:
Carolina Obregon y Giovanna Danies
ARQDIS: El “laboratorio clandestino” fue posible gracias a la participación de varios actores, ¿cómo fue el proceso de desarrollo del brief?
Carolina y Giovanna: Fue un ejercicio de complementariedad, cada actor aportó desde su experiencia. Carolina y Propelland (consultora de diseño estratégico que desarrolló el Design Challenge en noviembre de 2019) estructuraron el brief en términos generales. Giovanna diseñó la metodología del experimento; complementó el brief con sus conocimientos en hongos y realizó una sesión en la que explicó a los alumnos cómo obtener, hacer crecer y preparar los hongos para poderlos aplicar en los Converse. Propelland también gestión una sesión de trabajo con la casa productora @Hoy.Co para desarrollar el video general de presentación del proyecto y darles indicaciones exactas a los estudiantes de cómo hacer los videos en casa.
ARQDIS: Cuétennos más de las metodología, ¿cómo se estructuró?
C y G: Este laboratorio clandestino permitió que los estudiantes se sorprendieran con la ubicuidad de los microorganismos (hongos y bacterias). Desperdicios alimenticios y superficies comunes se convirtieron en las fuentes de donde los estudiantes obtuvieron los microorganismos con los que trabajaron. Una vez seleccionados aprendieron a bridarles los nutrientes adecuados y crear las condiciones ambientales ideales para propiciar su crecimiento.
Después de obtener los diferentes hongos los alumnos los transfirieron a los zapatos y permitieron su crecimiento sobre su superficie. Una vez se encontraban satisfechos con las coloraciones y patrones obtenidos sumergieron los zapatos en agua hirviendo para detener el crecimiento de los microorganismos. Finalmente lavaron los tenis para poder apreciar el resultado final: una nueva versión de unos zapatos con una coloración natural.
Esta fue la descripción inicial que le dimos a los estudiantes:
¿Qué creen que es esto que vemos en la imagen? ¿Qué pensarían si les digo que a partir de esto podemos construir materiales, crear textiles, descontaminar aguas residuales, degradar el plástico, extraer productos medicinales, entre muchas otras cosas?
Las letras de la imagen son hechas con hongos, hongos que suelen asociarse con suciedad y enfermedades. Sin embargo, son mayores los beneficios que los perjuicios y gracias a ellos puede continuar la vida sobre el planeta. Anteriormente se pensaba que los hongos eran un tipo de planta ya que morfológicamente tienen muchas cosas parecidas. Se dispersan a través de sus esporas (parecidas a semillas), debajo del cuerpo fructífero (el cual conocemos comúnmente como el champiñón) se encuentran unas raicillas que se denominan micelio. Algunos hongos no forman cuerpos fructíferos y solamente crece su micelio (o raicillas) e inclusive otros son de una sola célula como lo son las levaduras (las cuales utilizamos para hacer pan y bebidas fermentadas).
Las esporas de estos maravillosos organismos se encuentran en todos los lugares que podemos imaginar. En nuestras manos, en los utensilios que utilizamos, en los espacios que ocupamos. Déjense sorprender y hagan visible lo invisible. Recuerden que son seres vivos y por eso necesitan alimento y un ambiente propicio para crecer (temperatura de aproximadamente 25 °C y una humedad relativa alta).
No teman, pero si tengan las precauciones recomendadas. Mantengan sus zapatos dentro de un contenedor. Al igual que el polen causa alergias en algunas personas, las esporas de los hongos también pueden hacerlo. Es mejor prevenir.
ARQDIS: ¿Cómo fue el desarrollo de los experimentos?
C y G: Los videos que les compartimos a continuación ilustran perfectamente el proceso de cuatro estudiantes.
ARQDIS: ¿Qué sigue?
C y G: Con el FAPA (Fondo de Apoyo para Profesores Asistentes) estoy trabajando en una investigación cuyo objetivo es desarrollar tintes sostenibles que puedan ser utilizados en los textiles más usados en la industria de la moda. Bajo esta premisa me interesa mantener y afianzar la colaboración con Converse. Esta reconocida marca, fundada a principios del siglo pasado, quiere aportar en la investigación y prototipar los tintes en el Chuck All Stars. Espero que controlada la pandemia se pueda continuar con la propuesta original que crear un laboratorio Renew Lab propulsado por Converse.
Por otro lado, queríamos saber cómo había sido la experiencia de tener un laboratorio en casa para los estudiantes de este curso y cómo se habían sentido con esta aproximación al biodiseño. Estos son sus testimonios:
Manuela de Pombo
ARQDIS: ¿Cómo fue la experiencia de tener un “laboratorio clandestino” en casa?
Manuela de Pombo: La experiencia fue muy interesante. Lo que más me gustó fue usar lo que había a la mano y defenderme con eso. Pensé que iba a ser más desastroso, pero en general fue un proceso muy divertido. Me sorprendió mucho el resultado que se logró en casa, esto sólo nos demuestra que siempre hay una solución y un espacio para crear.
ARQDIS: ¿Qué les dejó el biodiseño?
Manuela de Pombo: Entender que la mayoría de las veces las cosas no salen cómo uno las planea. Uno se va adaptando a los resultados, en este caso en específico yo me adapté a la respuesta de los hongos. La naturaleza es algo increíble que nos habla, deberíamos co-crear con ella y oírla más seguido.
Luis Roa
ARQDIS: ¿Cómo fue la experiencia de tener un “laboratorio clandestino” en casa?
Luis Roa: Fue una gran experiencia, pude sorprender a mi familia e involucrarlos en las labores de un diseñador, que cada vez son más difícil de explicar. También me permitió comprender que aún sin talleres, gracias al diseño, es posible visualizar cosas a las que no prestamos atención en nuestra cotidianidad, pero que siempre están ahí, como los hongos.
ARQDIS: ¿Qué les dejó el biodiseño?
Luis Roa: Fue muy interesante poder entablar una conversación con la naturaleza y entender qué cosas le gustan y qué cosas no. También el biodiseño nos da la oportunidad de ser testigos de un proceso en el que el resultado siempre estará bien, por que después de todo la misma naturaleza lo ha perfeccionado a través de miles y miles de años.
Diego Arango
ARQDIS: ¿Cómo fue la experiencia de tener un “laboratorio clandestino” en casa?
Diego Arango: El reto de crear o adaptar mi casa para convertirla en un laboratorio fue algo inolvidable. Me tocó negociar espacios con mi familia ya que para ellos hacer crecer hongos cerca de la cocina o en mi cuarto no sonaba muy agradable. Tenían un poco de rechazo frente a mi laboratorio casero, pero, al mismo tiempo, intriga. Pasé por varios espacios de trabajo, primero organicé mi mesa de noche y luego el laboratorio se mudó a un cuarto pequeño para convertirlo en un invernadero. Hubo bastante vida, los hongos crecieron y varios insectos llegaron a aprovechar este nuevo espacio.
ARQDIS: ¿Qué les dejó el biodiseño?
Diego Arango: El biodiseño me dejó un gran reto en lo que viene de mi vida, sin duda, las posibilidades son infinitas. El camino es largo y lo seguiré recorriendo, ojalá con un grupo tan sustancioso como el de este reto. Lavé los Converse, voy a hacer un nuevo experimento
Karen Blanco
ARQDIS: ¿Cómo fue la experiencia de tener un “laboratorio clandestino” en casa?
Karen Blanco: Sorprendentemente, el laboratorio clandestino me permitió encontrar en mi casa un lugar ideal para producir hongos. Me recordó que vivimos rodeados de microorganismos que hacen parte de nuestro entorno. A pesar de que tenemos el concepto de que son seres desagradables, son fundamentales para, por ejemplo, degradar los desperdicios que nosotros mismos producimos. Pude reflexionar sobre la gran riqueza y resiliencia de la naturaleza, pues al recolectar hongos fue muy fácil que crecieran a pesar de no estar en un ambiente controlado. En general, el uso de estos seres vivos en pro de la creación es una nueva forma de diseñar con un enfoque más sostenible.
ARQDIS: ¿Qué les dejó el biodiseño?
Karen Blanco: El biodiseño es una oportunidad de reconciliarnos con los procesos naturales, mientras creamos nuevas alternativas para irrumpir en los métodos actuales de producción y consumo del ser humano. A partir del experimento con Converse, tomé conciencia de que la naturaleza sabe crear y que lo hace mucho mejor que nosotros.