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Catalina Villabona Triana
Cada año el Tamayouz Excellence Award premia en la categoría International Graduation Projects Award los mejores proyectos de grado realizados por estudiantes de arquitectura, diseño urbano, urbanismo, y diseño del paisaje de todo el mundo. El premio busca reconocer la excelencia en el diseño arquitectónico y en la educación a nivel mundial y divulgar proyectos que promuevan y provoquen debate.
En la versión 2020 el grupo de jurados del concurso le otorgó el tercer puesto a Faber Emilio, egresado del Departamento de Arquitectura con su proyecto “R&V, Resistencia y Visibilidad Urbana en el Alto Fucha” dirigido por Juan Manuel Medina del Río y Carolina Concha. Un reconocimiento muy valioso puesto que se presentaron un total de 1.089 proyectos de 141 universidades y 64 países.
Los criterios de evaluación del premio buscan destacar proyectos transformadores que aborden desafíos locales y globales a través de una comprensión holística del contexto. Con este premio, Faber Emilio además de obtener una medalla y un certificado, ganó una beca de 1.500 dólares para asistir a la ceremonia anual y al taller de diseño internacional.
Después de revisar los proyectos, el jurado comentó: “Estuvimos encantados de ver presentaciones de tan alta calidad, que ilustran la determinación de la educación arquitectónica a pesar de los muchos desafíos que enfrentamos este año. Muchos estudiantes han abordado claramente problemas que son comunes en todo el mundo, desde desastres ambientales hasta sentimientos de aislamiento y es maravilloso ver tal esfuerzo tratando de construir un futuro más positivo. La arquitectura puede transformar la vida de las personas de diferentes maneras, y aquí vemos los muchos enfoques que están explorando los arquitectos jóvenes. Quizás un consejo que nos gustaría ofrecer es que la arquitectura no tiene por qué ser espectacular: tratar a la ciudad como un precedente y elegir la humildad envía un mensaje positivo”.
El proyecto “R&V, Resistencia y Visibilidad Urbana en el Alto Fucha” propone una gran torre en Aguas Claras, ubicada en la parte alta del río Fucha. La torre ofrece viviendas dinámicas con énfasis en la interacción entre la comunidad y el vecindario. El edificio también proporciona espacios públicos y de trabajo. Con el objetivo de abordar problemas locales como el alarmante crecimiento urbano, la alta desigualdad y la pobreza, así como la crisis ambiental global, el proyecto busca aumentar la visibilidad del lugar dentro del paisaje de Bogotá.
Los jurados destacaron la propuesta de Faber por su calidez y las sensaciones acogedoras que produce, así como el proceso de diseño, la alta calidad grafica y la fortaleza conceptual de la propuesta.
Los jurados destacaron la propuesta de Faber por su calidez y las sensaciones acogedoras que produce, así como el proceso de diseño, la alta calidad grafica y la fortaleza conceptual de la propuesta. A propósito, mencionan: “está claro que el arquitecto puso un gran esfuerzo en todas las imágenes y presentó una arquitectura emocionante, con personalidad”.
