#OrgulloArqDis
Paula Ferro Gómez
El pasado 29 de junio fueron publicados los ganadores del concurso de ideas de arquitectura Site Mausoleum Jaspe Quarry, Serra da Arrábida en Portugal. Tres estudiantes del Departamento de Arquitectura: Emma Bonilla, Daniel Eslava y Santiago Castillo obtuvieron el segundo puesto.
Los integrantes del grupo habían trabajado juntos, conocían sus afinidades, diferencias y habilidades. Para ellos participar en el concurso significó una oportunidad para aprender de las fortalezas del otro. La motivación para concursar fue impulsada por profesores como Alberto Miani y Cristina Albornoz quienes les hablaron del valor y la importancia de hacer parte.
Para escoger a qué concurso presentarse, Emma, Daniel y Santiago diseñaron una matriz en la que destacaron aspectos importantes de diversos concursos como el tema, la complejidad, el premio, la escala, etc. También decidieron que lo mejor era realizar el concurso en vacaciones para dedicarle el tiempo y el esfuerzo suficientes. Así que durante un mes y medio trabajaron con entusiasmo, disciplina y orden en horario de oficina.
Eligieron Site Mausoleum porque consideraron que era un concurso que tenía un componente poético amplio y además les daba la oportunidad de aprender acerca del funcionamiento de los concursos. Uno de los mayores retos a los que se enfrentaron fue el trabajo autónomo puesto que no tenían supervisión continua como suele suceder en la Universidad, por lo cual desarrollaron estrategias que les permitieron ser muy críticos con ellos mismos.
El concurso pedía proyectar un mausoleo que invitara a la reflexión e introspección. La idea central de la propuesta fue celebrar la huella del hombre en el paisaje, para del mismo modo, dejar una huella en los visitantes del lugar
El concurso pedía proyectar un mausoleo que invitara a la reflexión e introspección. La idea central de la propuesta fue celebrar la huella del hombre en el paisaje, para del mismo modo, dejar una huella en los visitantes del lugar. Con este fin desarrollaron una propuesta estructurada mediante una secuencia de experiencias en donde se desataban diferentes emociones a partir de una relación cambiante entre el proyecto, el agua y la luz. Bajo esta lógica la acción de recorrer adquirió un papel fundamental en la medida que, al caminar, el cuerpo es estimulado por medio de los diferentes sentidos. Por ejemplo, el sentido del tacto se exaltaba con la textura del lugar y los quiebres de la roca. En estas escenas, la agudización de los sentidos permite que los individuos puedan llegar a una profunda catarsis. Por otro lado, el grupo buscó engrandecer la escala y el dramatismo de las canteras para evidenciar la majestuosidad del mausoleo.