(Imagen: Publicado por Dan Hernández en @danhdezsa, con foto de Francesca Fiocchi y texto fragmento de “La intimidad del procedimiento” de Valeria Flores)
La innovación pareciera haber cooptado la mayoría de expectativas y propósitos de quienes producimos diseño. Sin importar el tipo de proyecto que se vaya a realizar o el ámbito de la vida en que se enfoque, habrá que hablar siempre de innovación para otorgarle legitimidad a lo que se proponga ejecutar.
Lo anterior no pareciera causar asombro ni molestia alguna en la comunidad de diseño. Por el contrario, nos aferramos a dicha relación como si se tratara de una suerte de destino epistemológico, aun cuando para justificarla tengamos que hacer caso omiso a la inherente relación entre la innovación y la tan rechazada obsolescencia; aunque debamos obviar que el funcionamiento de la sociedad occidentalizada se soporta más en “maintainers” que en “innovators”; y así, por el camino, perpetuemos la precarización de las condiciones laborales de esos maintainers que sostienen la comodidad de quienes vivimos en priviegio.
No son pocos los ámbitos en que en la actualidad se ha venido increpando la hegemonía de la innovación en diseño. Ya Tony Fry ha señalado que es más importante reparar que innovar y, tanto en diversas comunidades ancestrales andinas como en redes de práctica como la tejeduría, se habla de que antes de reparar hay que cuidar. De la misma manera emergen cuestionamientos pertinentes sobre hasta qué punto diseñar en clave de innovación ha sido insuficiente para, en un país tan diverso y segregador como Colombia, lograr convivir habitando el conflicto inherente a la diferencia.
De dichas tensiones surge Diseñar otredad (Otración): un espacio propuesto para ahondar críticamente en la manera hegemónica en que la innovación ha condicionado ideológica y epistemológicamente la práctica del diseño, buscando develar categorías alternativas que legitimen otras formas de accionar de quienes diseñamos, así como revisar la pertinencia de la innovación al atender las tensiones propias de un contexto tan diverso como el colombiano y tan agudo como el de geopolítica global actual.