La asignatura se centra en la praxis de los movimientos urbanos de base (colectivos o grassroots) como agentes fundamentales en la construcción de ciudad de abajo a arriba (bottom-up), ya sea a través de apropiación mas o menos intuitivas del entorno urbano, acciones simbólicas o reivindicaciones articuladas y estructuradas en torno a algún tipo de política territorial.
Investigaremos movimientos y grupos ciudadanos que no se limitan a los mecanismos de participación institucionalizados, que tienen su propia agenda, estructura y repertorios de acción. Sus reivindicaciones se relacionan con el espacio de manera que el barrio y el territorio son el centro de la elaboración de un pensamiento colectivo enfocado a la reivindicación de derechos sociales y espaciales. Aunque las reivindicaciones son diversas tienen una dimensión interescalar, desde la corporalidad a las dinámicas regionales pudiendo encontrar controversias urbanas relacionadas con la segregación espacial, la estigmatización, la vulnerabilidad corporal o la injusticia ambiental. En este contexto, disciplinas como la arquitectura y el urbanismo pueden ser facilitadores de estas reivindicaciones a través de lenguajes que basculan entre el diseño espacial, la visualización de datos, la cartografía colectiva o la intervención artística y performativa, entre otros.
El curso se desarrolla en torno a un completo trabajo de investigación-acción en grupos, atravesado por lecturas teóricas, análisis de referentes, encuentros con activistas y arquitectos mediadores y visitas de campo.