Estudiantes de arquitectura ganan primer lugar en concurso internacional “A house for”

#orgulloarqdis

Emma Bonilla, Santiago Castillo y Gregorio Castro

El pasado 28 de octubre Opengap otorgó el primer puesto del concurso internacional A house for… a Antonio Vélez Rodríguez, Agustín Londoño Sanín, Camilo García Rivera y Pedro Hurtado Ramírez, estudiantes de pregrado del Departamento de Arquitectura de la Universidad de los Andes. El concurso de ideas invitaba a los participantes a explorar los límites y paradigmas de una vivienda creada para un personaje, enfatizando la relación entre el habitante y el lugar que habita. Por ello la propuesta además de responder al programa básico de una vivienda debía plantear su ubicación, definir el cliente y establecer la identidad de este como génesis de las elecciones y decisiones proyectuales.

Antonio Vélez Rodríguez, Agustín Londoño Sanín, Camilo García Rivera, Pedro Hurtado Ramírez

“La arquitectura tiende a resolver problemas relacionados con el cuerpo y el espacio, en este caso adicionamos el estado mental a la ecuación.” Así es como Antonio, Camilo, Agustín y Pedro conciben el diseño de la propuesta ganadora: Una casa para Teddy Daniels / Andrew Laeddis. La compleja tarea de ahondar en la mente humana sugirió la elección de un personaje igualmente complejo, sacado de un manicomio de la película Shutter Island de Martin Scorsese: Teddy Daniels. Inicialmente presentado como un detective atormentado por un caso en un manicomio, el relato de Daniels se desmonta a lo largo de la película a medida que se evidencia su deterioro mental. Eventualmente se revela el giro de la película: Daniels no es ningún detective sino un paciente más dentro del manicomio. El caso que cree investigar no es más que una evasión de la realidad para evitar afrontar una verdad insoportable: mató a su esposa luego de que ella ahogara a sus hijos en un lago. Daniels resulta estar persiguiéndose a sí mismo. La mente del personaje transita entre la verdad y la realidad. Siendo la primera absoluta e irrefutable y la segunda ligada a los hechos, su interpretación recae en la percepción individual del mundo.

La arquitectura tiende a resolver problemas relacionados con el cuerpo y el espacio, en este caso adicionamos el estado mental a la ecuación.

La propuesta arquitectónica le permite al personaje habitar su condición mental mediante analogías a la verdad y a la realidad materializada en espacialidades. El habitáculo se vale de la coexistencia de dos elementos: el fuego y el agua. El fuego crea sombras proyectadas en el espacio, alucinaciones producto de su mente, mientras que el agua genera reflejos que lo conectan con la verdad. El proyecto se enfrenta entonces al problema romántico de cómo plasmar el estado mental, las emociones y sus rupturas. Es también la refundación de las emociones en el lugar, es hacer de la mente un lugar, un lugar que se habita con mayor o menor comodidad, que es desajustado e imperfecto, pero indudablemente auténtico y propio a cada quién ¿Cómo es nuestro espacio mental? ¿Cuál es el lugar de nuestra mente en el espacio? ¿Cómo se equipará esta relación?

Proceso de diseño

El proyecto retoma la casa embrujada y la trae de la literatura de vuelta a la arquitectura, pero transforma la relación entre interpretación y espacio. No se trata ya de una interpretación que interviene un espacio, sino de un espacio que es creado desde la interpretación, es decir, los cánones formales del diseño entran en un segundo plano y se parte como principio de la interpretación de los límites y rupturas de la mente. La fortaleza de la propuesta reside en la relación establecida entre personaje y arquitectura, que no es lineal ni tampoco causal, sino que se enmarca en un ciclo que se retroalimenta eternamente. Es decir, la conciencia del personaje lleva a la creación del espacio y luego este fomenta la esquizofrenia. Esta idea es reforzada por el hecho que la casa representa la psiquis del personaje mas no el lugar ideal para el mismo.

Exterior
Corte
Entrada, centro y cuarto

Al tratarse de un concurso de ideas, el peso de la propuesta se focalizó en la conceptualización. Explotando los conceptos que adquirieron en la “Unidad intermedia: Arquitectura y viaje”, los proponentes hicieron hincapié en acercarse al problema de manera analítica y trabajarlo desde diferentes perspectivas antes que elegir una respuesta utilitarista. La mayor parte del tiempo la invirtieron en el análisis y la construcción de argumentos sólidos que diferenciaron y destacaron la propuesta.

¿Cómo se transforma el espacio cuando lo construimos desde nuestras mentes fragmentadas? ¿Es posible construir un lugar que deje de transmitir significados sólidos y unívocos y habitarlo de forma diferente, entre el sueño y la vigilia, entre la cordura y la locura?

La mente es el lugar que no podemos dejar de habitar y esto no siempre es cómodo; Daniels, al intentar escapar de su realidad se confina en ella y la divide, andamia su historia y reinterpreta el panóptico foucaultiano del manicomio para liberarse de su realidad inescapable. ¿Cómo se transforma el espacio cuando lo construimos desde nuestras mentes fragmentadas? ¿Es posible construir un lugar que deje de transmitir significados sólidos y unívocos y habitarlo de forma diferente, entre el sueño y la vigilia, entre la cordura y la locura; incómodamente, ¿pero de manera singular y propia?

Localización

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