PseudoFreeze demuestra cómo el biodiseño puede ser usado para salvar vidas
Valentina Osorio
Un grupo de estudiantes del Departamento de Diseño de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes presentó el pasado 21 de junio PseudoFreeze, proyecto que fue elegido como ganador del Biodesign Challenge 2019, competencia internacional en donde diseñadores, artistas, científicos e ingenieros imaginan el futuro de la biotecnología.
El proyecto PseudoFreeze se destacó entre un grupo de treinta y seis propuestas desarrolladas por equipos de nueve países alrededor del mundo. Entre los finalistas estaban universidades como Harvard, Toledo, Pennsylvania y el Fashion Institute of Technology, entre otros. El premio se entregó en la ciudad de Nueva York, en Parsons School of Design y en el Museo de Arte Moderno —MoMA—. En estos escenarios, estudiantes de diferentes lugares se reunieron para presentar sus proyectos ante una audiencia de casi 400 personas. El panel de jurados lo conformaron más de 50 emprendedores, curadores, artistas, diseñadores y científicos, líderes en sus campos. Los proyectos presentados exploran las posibilidades simbióticas que se dan entre el diseño y la biología, a partir de un pensamiento sistémico y buscan cambiar paradigmas por medio de soluciones disruptivas aplicadas a problemáticas reales.
En relación a la propuesta, Daniel Grushkin, fundador y director del Biodesign Challenge, afirmó: “Estos estudiantes están repensando la medicina, su pensamiento visionario va a ayudar a crear el camino para importantes cambios a través de la industria”
PseudoFreeze fue creado por los estudiantes Isabel Pulido, Paola Camacho, Laura Calderón y Juan Angulo en el curso Estudio 7: Biodesign Challenge, liderado por las profesoras Giovanna Danies, bióloga y microbióloga, y Carolina Obregón, diseñadora sostenible, ambas profesoras del Departamento de Diseño de la Universidad de los Andes.
El proyecto además fue asesorado por Johann F. Osma, profesor de Ingeniería Eléctrica y Electrónica y por David Bigio profesor de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes. Este grupo de estudiantes y profesores son los primeros latinoamericanos en recibir este reconocimiento.
La propuesta consiste en un sistema de refrigeración que no necesita electricidad. Se basa en una proteína originalmente producida por una bacteria, Pseudomonas syringae, la cual se encuentra presente en el ambiente y es la encargada de formar el granizo y la nieve. En los centros de esquí se hace uso de esta proteína cuando no hace suficiente frío para formar nieve de manera artificial.
PseudoFreeze trabajó en colaboración con la empresa SNOMAX© para acceder a la proteína y por medio de nanotecnología lograron el efecto de congelación con agua a 4ºC y su mantenimiento por un tiempo de una a tres semanas. La primera aplicación de esta bio-nanotecnología es un contenedor, PseudoFridge, para el transporte de vacunas a zonas rurales. El contendor fue diseñado de manera ergonómica para evitar problemas de espalda a quienes deban cargarlo, previene la ruptura de las vacunas, tiene una capacidad de almacenamiento mayor y un peso menor que las neveras tradicionales.
En relación a la propuesta, Daniel Grushkin, fundador y director del Biodesign Challenge, afirmó: “Estos estudiantes están repensando la medicina, su pensamiento visionario va a ayudar a crear el camino para importantes cambios a través de la industria.”
PseudoFreeze tiene la posibilidad de crecer hacia industrias sin acceso a electricidad, así como hacerlo hacia otras que desean una opción de refrigeración sin energía proveniente de recursos fósiles finitos. En un mundo que vive el impacto del calentamiento global de una manera apresurada, PseudoFreeze es una alternativa sostenible y escalable para la refrigeración, además de ser un cambio de paradigma.
Para conocer más sobre el proyecto, pueden leer esta nota en Forbes, o contactar a Valentina Osorio v.osori9871@uniandes.edu.co