#orgulloardis
Santiago Castillo Reina
El pasado 09 de noviembre del 2020 se anunciaron los ganadores del concurso de ideas Coziness Valley, el cual buscaba transformar un vacío urbano de un espacio público significativo para la ciudad rusa, Murmansk. En la categoría “estudiantes” el proyecto presentado por cinco miembros de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de los Andes obtuvo el primer lugar. Se trata de Adelaida Carrizosa Quiñones, David Ricardo Bautista, Santiago Rodriguez Rubiano, Ruben Darío Gómez Ganan y Laura Isabel Velasco con su propuesta “Lab-Park”.
Las bases del concurso hacían énfasis en el diseño de un parque como espacio público que tuviese muy presente el clima tan característico de Murmansk, la ciudad más grande del circulo polar ártico. Fue este aspecto el que desató la fascinación y especulación del equipo, pues encontraron la posibilidad de experimentar y plasmar ideas recogidas durante su proceso académico en un lugar exótico y foráneo.
Aunque el equipo define la apuesta como “arriesgada” esta es absolutamente coherente. Se trata de una propuesta paisajística y arquitectónica poco ortodoxa, experimental e innovadora. La coherencia yace en el respeto por las premisas del concurso, las cuales gravitaban en torno a reconocer los vectores del lugar. De este modo, la génesis de esta propuesta nace de un estudio profundo del lugar y de una lectura entre líneas de las bases.
“Lab-Park” es un circuito de espacialidades y recorridos conexos con elementos puntuales situados a lo largo del parque. Se trata de distintos pabellones que a manera de máquinas y esculturas habitables crean una rapsodia compleja y dinámica que acentúa la relación del hombre con el entorno. Cada uno de estos elementos son una respuesta evidente ante el clima y sus vectores. Principalmente explotan las posibilidades del agua como material y sus estados. La propuesta, sin lugar a duda, rememora el proyecto no construido para un parque de Berlín del arquitecto John Hejduk y recopilado en el libro Victimas. La diferencia con respecto a este radica en que los mecanismos, en lugar de reflejar oficios, dan cuenta de los ciclos, fases y comportamientos de los elementos del lugar.
La propuesta estrecha las relaciones formales con el lugar, las hace directas, evidentes y tangibles y dota de significado al espacio público propuesto. Así se construye una relación con el futuro: la sostenibilidad deja de ser una aproximación funcional y se convierte en una experiencia sensorial. “Lab-Park” constituye un metarrelato en el que mediante el estudio de referentes como Architecture and Disjunction de Bernard Tschumi, responde a los paradigmas del clima, el habitante y el tiempo en que se sitúa el proyecto.
Para este grupo de estudiantes desarrollar el concurso representó una experiencia singular. No solo porque era la primera vez que trabajaban juntos, si no porque también muchos no se habían presentado a un concurso antes. Además, la virtualidad, que se ha hecho cotidiana, implicó nuevas dinámicas para comunicarse, proyectar y representar la propuesta. Como ellos dicen se trató de “una oportunidad para arriesgarse, imaginar y experimentar” y esta es la invitación y motivación que extienden a otros estudiantes.
