La revista Dearq, dedica el presente número a los denominados “urbanismos bottom-up“. Nuevas tácticas, nuevos tiempos, nuevos lugares, nuevos procesos y una nueva estética. Estas serían las cinco principales aperturas que los urbanismos bottom-up han aportado al debate urbanístico contemporáneo durante los últimos cuarenta años.
Los urbanismos bottom-up han consolidado una manera de hacer ciudad cuya principal seña de identidad es la inclusión de los vecinos en el diseño, ejecución y gestión de sus interveciones, algo que los diferencia radicalmente del urbanismo institucional, muy dependiente de los procesos top-down.