Santiago Castillo, Daniel Eslava y Tatiana Tocora, egresados del programa de Arquitectura, junto con Nicolás González, egresado de la Universidad Nacional, obtuvieron el segundo lugar en el Concurso Arquine No. 27, Pabellón MEXTROPOLI 2025, uno de los concursos de arquitectura más importantes de América Latina.
Su propuesta, Habitar Liminal, fue seleccionada entre 434 proyectos por un jurado conformado por los arquitectos Loreta Castro Reguera, Meir Lobaton Corona, Dinorah Martínez Schulte, Jachen Schleich, Mauricio Rocha y Fermín Espinosa (jurado técnico).
El proyecto invita a reflexionar sobre los límites —urbanos, geográficos y sociales— y cómo estos se hacen visibles al dividir un espacio. La propuesta utiliza cinta de precaución, comúnmente asociada al peligro, como un material que cambia su significado para repensar el uso del espacio público. La cinta se organiza verticalmente dentro de módulos metálicos y crea un pasaje que busca generar una experiencia visual y física donde el visitante se conecta con su movimiento y con el entorno.
La intervención se ubica sobre la Plaza Manuel Tolsá, siguiendo una línea que recuerda el trazado del metro de Ciudad de México. Esta línea divide la plaza y la calle, y la propuesta resalta este eje como un umbral: un espacio intermedio entre lo abierto y lo cerrado que invita a la reflexión.
El jurado valoró la propuesta por su claridad, impacto visual y uso eficiente de recursos:
“Esta propuesta plantea una intervención lineal que atraviesa la plaza en toda su longitud, creando un recorrido interior claramente definido pero permeable visualmente. A partir de una estructura sencilla —un esqueleto metálico cubierto con cinta amarilla de precaución—, el proyecto construye un umbral simbólico y físico en el espacio público. El jurado valoró su capacidad para generar una experiencia arquitectónica con medios mínimos: al caminar por este pasaje, el visitante es consciente de su movimiento, de su relación con el entorno y de la tensión entre lo delimitado y lo abierto. La cinta de precaución, comúnmente asociada con la advertencia o el peligro, se resignifica aquí como material constructivo y narrativo, en un gesto que invita a cuestionar el uso y la apropiación del espacio público. La propuesta combina de manera efectiva economía de medios, claridad conceptual y fuerza visual, haciendo del recorrido una experiencia activa, lúdica y reflexiva en la que, con muy pocos elementos, logra articular un espacio con mucha fuerza.”