La empatía del alma material
El territorio no es sólo la tierra que pisamos o el árbol que podemos ver desde nuestra ventana, nos ofrece muchos elementos que invaden cada aspecto de nuestra vida, siempre. Elementos que nos representan, que están ahí para sorprendernos cada día. Ninguna pieza es igual a otra. Sin embargo, cada una es indispensable para que el resto funcione. Por eso, el territorio no se trata de unas medidas exactas, sino de los ojos con los que lo interpretamos y las manos que lo transforman. Esta superficie es una interpretación de ese territorio. Una propuesta donde se plasma la intención de que todos esos elementos estén representados en una sola pieza que transforma el espacio que habitamos. Una superficie tejida a mano, con el tiempo representado en cada uno de los nudos que la componen, los cuales son traídos a la vida gracias al viento que armoniza su movimiento sinuoso. Esta superficie consiste de 471 nudos de cerámica: 5 tipos de nudos, 4 tipos de arcillas, y 6 colores. Cada uno, sostenido por un tejido de fique tinturado a mano, montados en el lugar, uno por uno en una platina de hierro. Montaje: 54 horas Tamaño: 200 cm x 115cm Fotografía: Nicolás Sánchez Alarcón
- Alana Fernández Estudiante
- Diseño de Superficies Curso
- Carolina Agudelo Profesor
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Los autores hablan de su proyecto