“Lo mejor de un dibujo…son los estadios intermedios…ese ver aparecer…aquello que queda para otro trabajo…”
—Enric Miralles
El taller de esta Unidad propone una indagación acerca de las reglas que definen los límites de la configuración del espacio a partir de los trazados, siendo estos el testimonio de la acción de trazar una línea sobre una superficie. Cada arquitecto emplea un conjunto de reglas geométricas y de relaciones de figura que definen y describen los elementos arquitectónicos que ha de emplear. Con ello, y en compañía de los demás componentes que constituyen el hecho arquitectónico, como son la estructura formal, la estructura portante, la relación sintáctica de los elementos, las reglas compositivas, entre otros, cada arquitecto define la gramática con la cual trabaja.
Esta indagación implica un entrenamiento en la dimensión visual de la arquitectura, en la concepción de figura y fondo, en la destreza en el trazo a mano alzada y en la observación de los elementos arquitectónicos y sus figuras, en el uso de las reglas de geometría, y en la noción de unidad y conjunto. Para ello habrá que poner en práctica diversos recursos de representación y visualización del proyecto en sus diferentes etapas, inclusive haciendo uso de manifestaciones plásticas de orden no arquitectónico para poner de presente estas dimensiones del problema. Se estudiarán y pondrán en práctica los recursos de trazado de unas series morfológicas en cuyas manifestaciones plásticas, las líneas curvas u oblicuas sea muy significativas. Para esto se recurrirá al estudio de la obra de maestros de la arquitectura. Con todo esto, la unidad debe ser entendida como un campo de experimentación, a la manera de laboratorio donde el objeto de estudio es la construcción de la figura como valor de ensayo.
“Importa más el proceso que la llegada a la forma, lo que para Klee nunca sería algo definitivo. Miralles también lo repitió varias veces al decir que los proyectos no se terminan nunca…”
—Josep Rovira